Al descubrir que la adoración del sol se hunde en la prehistoria y se practica aún en distintas partes del planeta, la vida de Juan experimenta cambios inimaginables. La idea coloniza su mente, haciéndose un lugar entre unos pocos recuerdos de la infancia y cientos de fantasías multiplicadas a partir de una nueva forma de vida. Inicialmente, resguardado en la intimidad de su casa de chapas, el secreto gana las calles del barrio, enfrentándolo con el sacerdote de la parroquia y con los representantes de otras religiones. El culto se presenta como una flor atractiva para algunas personas y una peligrosa maleza para otras. Igualmente, crece gracias a la pasión de Juan, el orden de su compañera Amanda y la incondicionalidad de los amigos del barrio.
Como un astrónomo del siglo XVI, Juan descubre el sol, al que siempre había mirado pero sin llegar a verlo. Ello impactará como un meteoro en su entorno, en apariencia tan impermeable como las sociedades de la antigüedad. También impactará más allá de los límites del barrio, llegando como una brisa fresca al centro mismo de la ciudad desde el lugar menos esperado.
Lo quiero!!!